Mi hijo tiene problemas ¿Terapia Individual o Familiar?
Desde mi labor como terapeuta familiar e individual en “psicología en Málaga” , ésta es una pregunta que muchas familias me hacen cuando acuden a consulta. ¿Cuándo mi hijo tiene problemas, acudo a un terapeuta familiar o individual?
Como problema, podemos incluir cualquier tipo de situación o síntoma que la familia no puede resolver por si misma y con sus propias estrategias. La familia llega a un punto en el que desconoce como solucionar el problema o síntoma de su hijo. Podemos hablar de situaciones como fracaso escolar, problemas de conducta y/o atención, excesiva timidez y problemas sociales, acoso escolar, trastornos alimentarios, miedos y fobias, ansiedad, agresividad e irritabilidad excesiva, consumo de drogas, divorcio, duelo etc.
Algunas de estas situaciones pueden aparecer como parte del desarrollo de cualquier joven pero se convierten en problema cuando aparecen en exceso y sin control, afectando a la vida diaria y al entorno.
En mi opinión y desde mi experiencia en el ámbito de la terapia individual y familiar, recomendaría una intervención inicial del orden de lo familiar. La terapia familiar proporciona la oportunidad de exponer la visión particular de cada miembro, haciéndoles participes también de la búsqueda de soluciones.
A través de la Terapia familiar, el terapeuta puede evaluar si existe o no la necesidad de una intervención individual del paciente o es suficiente con la trabajo de la familia. NO en todos los casos, es necesaria una intervención individual, esto puede agilizar el proceso de recuperación del paciente y reduce gastos de tiempo y dinero para la familia.
En la Terapia de familia, todos pueden participar en la solución del problema y así se reducen el riesgo de recaídas futuras.
La Terapia familiar dota a la familia de las herramientas necesarias para solucionar los problemas que puedan surgir dentro del sistema familiar, haciéndolas mas funcionales y autónomas.
Igualmente, colabora en una mejor comprensión del problema por parte de todos los miembros, lo cual tranquiza al paciente en su malestar y sentimientos de incomprensión.
Si durante la intervención familiar, el terapeuta considera de la necesidad de un apoyo individual para el paciente, éste se lo hará saber a la familia. Pudiendo intercalar sesiones familiares con individuales según necesidad.