PSICOLOGÍA DEL MALTRATO Y EL ABUSO AL MAYOR
PSICOLOGIA DEL ABUSO Y EL MALTRATO EN LA TERCERA EDAD
Para verdaderamente comprender el fenómeno del maltrato y el abuso en la tercera edad, debemos tener en cuenta los cambios sociales que afectan a la época actual.
En generaciones pasadas, la familia era la encargada del cuidado del mayor. Principalmente, era una de las hijas del mayor que solía ser igualmente soltera. Si no había hijas solteras, una de la hijas se llevaba a su casa al mayor y se hacía cargo de sus cuidados hasta su muerte.
Los mayores eran respetados enormemente tanto por la familia como por la sociedad y se les daba un lugar de autoridad.
En la sociedad actual todo este paradigma está sufriendo enormes cambios tanto a nivel social como a nivel cultural.
Por lo general en las familias actuales tanto varones como mujeres son trabajadores lo que implica que dispongan de menor tiempo para el cuidado de sus mayores.
Igualmente, los hijos solteros han logrado su independencia y ya no son etiquetados como los responsables del cuidado del mayor.
Por otro lado, debido al problema de la vivienda que tiene precios desorbitados, las familias optan por comprar viviendas adaptadas a sus necesidades. Esto implica en la mayoría de las ocasiones, que son viviendas pequeñas y sin posibilidad de un espacio adaptado para acoger al mayor.
La idea de que el cuidado del mayor puede ser realizado por un profesional cualificado también impera en la actualidad, bien en el domicilio o en una residencia. Este hecho era casi impensable en generaciones anteriores y se interpretaba como un abandono más que un cuidado profesionalizado.
Como podemos observar, todos estos cambios sociales implican cambios en cómo se percibe la tercera edad e igualmente influye en que aparezcan aspectos como el maltrato y el abuso del mayor.
¿Quién es más vulnerable al abuso y el maltrato?
Principalmente los mayores con problemas de movilidad y/o con algún tipo de minusvalía mental o cognitiva. Este tipo de personas se encuentran en una situación de vulnerabilidad.
Tipos de abusos y maltrato al mayor
Físico: este puede mostrarse a través de lesiones corporales como golpes, moratones, quemaduras, cortes etc.
Psicológico: este tipo de abuso es el más común pero también el más difícil de detectar. Insultos, descalificaciones, amenazas, manipulaciones, chantajes etc.
Negligencia: no proporcionar los cuidados necesarios al mayor. Por ejemplo; no dar la medicación adecuada, no proporcionar aseo, no tener aparatos de accesibilidad si así lo necesitan, no alimentarlo, no llevarlo a sus citas médicas etc.
Financiero: no pagar sus facturas, gastar dinero de su pensión en otras actividades ajenas al mayor, no pagar la hipoteca etc.
Tecnológico: este es un abuso que no está registrado por las OMS pero que nos gustaría incluir. Consideramos que nuestros mayores afrontan la revolución tecnológica con muchas carencias y necesitan de nuestro apoyo no solo individual sino también social.
Uso de cajeros automáticos, uso del móvil y tablets, redes sociales etc.
¿Cómo detectar una situación de maltrato o abuso en el mayor?
Observamos señales físicas como moretones, heridas sin justificación, cortes, quemaduras etc.
Observas que el mayor no está aseado o bien alimentado.
Bajadas de peso sin motivo aparente.
Cambios en el estado de ánimo del mayor. Se siente deprimido, se aísla, apenas habla etc.
Llegan cartas de impagos, hay cortes de los suministros.
Dinero que desaparece de la cuenta del banco sin justificación.
Alteración del sueño y/o del apetito.
¿Cómo proceder si tengo sospechas de que existe maltrato?
Primeramente hay que hablar con el mayor e intentar averiguar si existe una situación de maltrato y de qué tipo. Debemos de tener en cuenta que esto no es siempre posible si el mayor tiene algún tipo de minusvalía mental o cognitiva.
Pregunta a vecinos, al cuidador, a otros residentes si el mayor vive en un centro de mayores.
Si consideramos que puede existir una situación de abuso o maltrato, podemos contactar con el teléfono de atención al mayor de la Junta de Andalucía.
900 858 381
El cuidado de nuestros mayores
Para finalizar, nos gustaría señalar un concepto esencial a tener en cuenta que es “el cuidado al cuidador”. Nos referimos a la necesidad de cuidar a aquellos profesionales y/o familiares que se encargan del cuidado de nuestros mayores.
El abuso nunca es justificado pero es importante prevenir el agotamiento del cuidador. Algunas recomendaciones que proponemos son:
- Asegurarse de tener tiempo libre semanalmente.
- Compartir al cuidado del mayor con otros profesionales o familiares según el caso.
- Buscar el equilibrio entre el cuidado del mayor y el tiempo libre o de ocio.
- Buscar espacios para compartir las emociones resultantes del cuidado del mayor.
- Acudir a un profesional de la salud mental si es necesario.
Si eres cuidador, tienes un familiar mayor que necesita cuidado o eres una persona mayor que necesita de asistencia, no dudes en contactarnos.
Podemos acompañarte durante estos momentos.
Somos especialistas en la tercera edad.