¿Soy una persona dependiente?
Esta es una pregunta que suelo escuchar en consulta, sobretodo en la población femenina.
¿Cuándo se es una persona dependiente? Yo diría que cuando la cercanía o necesidad con un otro, provoca un nivel de ansiedad y angustia no tolerable por la persona que lo padece.
Hay personas que poseen determinados rasgos que colaboran en que sean dependientes de otros (pareja, amigos, familia). Suelen ser personas que han sido sobreprotegidas por sus familiares más cercanos, lo cual desencadena una necesidad angustiosa de estar con el otro. Sin un otro, no hay calma ni tranquilidad.
La separación produce un sentimiento de soledad y vacío intolerables para la persona que lo sufre, por lo que acaban optando por mantener relaciones que no marchan bien, aun siendo estas tóxicas para ellos mismos.
La dependencia se da en diferentes niveles de intensidad, desde unos menos graves y tratables hasta alguno muy graves, que constituyen los Trastornos de personalidad dependiente.
La dependencia es tratable a través de un abordaje psicológico, de mayor o menor duración, según sea la gravedad de la dependencia. No siempre se acude por un problema de dependencia, a veces la demanda de ayuda psicológica viene marcada por otra problemática (tras un divorcio, duelo de un familiar significativo, emancipación de un hijo, depresión, problemas sociales etc).
El tratamiento psicológico va dirigido a dotar al paciente de las herramientas necesarias para tolerar la pérdida con un dolor mas normalizado, poder permanecer solo sin necesidad vital de un otro, toma de decisiones y en definitiva mejorar la autoestima y la seguridad del paciente.
Si éste es tu caso o el de alguien cercano a ti, puedes pedir ayuda profesional.